Stray llega a PlayStation 4 y PlayStation 5, te traemos su análisis completo en LivingPlayStation.
Stray llega finalmente a consolas de la mano del estudio Blue-12 junto a Annapurna Interactive como editores, una nueva y refrescante propuesta que nos trae como protagonista a un simpático gato que deberá encontrar el camino a casa.
De camino a casa
La aventura de Stray es sencilla, un mundo postapocalíptico, en el que la raza humana parece haber desaparecido de la faz de la tierra o no haber existido jamas, sus edificaciones, lugares de existencia y vivencia han sido sustituidos ahora por zonas abandonadas entremezcladas con la vegetación que poco a poco se abre camino entre los desvencijados edificios.
En esta historia nos meteremos en la piel de un simpático gatito de color marrón que vive como cualquier otro gato una vida callejera, vagando por lugares alejados de los problemas y con una manada de la que forma parte.
Por devenires del destino nos separaremos de nuestra manada y daremos de bruces con una ciudad en la que robots humanoides ahora coexisten sustituyendo a los anteriores inquilinos, en este lugar nos daremos de bruces con B-12, un simpático robot que nos pedirá ayuda, y será nuestro guía a lo largo de la historia.
Y es que la trama principal del juego no solo se basa en regresar con los nuestros, si no saber el porque de esa “civilización” esos lugares y a la vez descubrir que ha sucedido, que hace esta civilización y ya de paso echar una mano a nuestro simpático nuevo amigo.
Siéntete como un gato, pero a medias
Stray es una aventura de plataformas y puzles con algunos tintes de acción, la mayor parte del juego nos vamos a sentir como un gato, saltando de un lugar a otro, interactuando con los escenarios (no tanto como esperábamos) y finalmente hablando con otros personajes (gracias a la compañía de B-12 que será quien realice esas conversaciones).
No obstante, a pesar de ser un gato, en ocasiones, es cierto que Stray nos lleva de la mano, quizá en demasía. Si bien es cierto que hay algunos escenarios que nos otorgan total libertad de movimientos, que incluso podríamos catalogar de Sandbox en miniatura, también es verdad que la mayor parte de saltos, o acceso a determinados lugares están predefinidos, es decir, que aunque seamos un gato y queramos o intentemos llegar a determinados lugares, no podremos hacerlo si no aparece el botón de acción correspondiente.
Quizá esto le resta algo de exploración en determinados lugares al juego, y es que como buen gato, en el momento querremos estar en todos los sitios, meternos por todas las cavidades y husmear cada rincón de las calles de los sitios que visitamos que invitan a hacerlo paso a paso.
Por ello, esto limita quizá si cabe un poco la jugabilidad y en algunos momentos no nos da la libertad que en un animal de este tipo (ya sabemos lo independientes que son los gatos) debería de ser. De modo que en algunos momentos, muchas de las actuaciones están predefinidas, y el camino a seguir también, es decir que en determinados lugares, solo podrás pasar de un sitio a otro saltando a la cornisa a la que el juego te diga que tienes que saltar.
Poder felino
No obstante, en Stray no solo vamos a saltar, también nos encontraremos con misiones alternativas, y algunos puzles que con una brillante utilización de las físicas nos pondrán un pequeño obstáculo en el camino y a veces nos harán estrujarnos un poco la cabeza para ver como resolver y avanzar en los escenarios.
Habrá momentos para el plataformeo, la realización de puzles e incluso para el combate, aunque no como nos esperamos, y es que la misión no es hacer frente a nuestros enemigos, si no huir de ellos a toda costa, ya que atacan por decenas y obviamente no somos mas que un lindo gatito, de modo que hacernos los héroes en estos momentos no es la mejor de las ideas.
Belleza postapocalíptica
Stray es bonito, muy bonito, lo mires por donde lo mires, si empezamos por su protagonista nos encontramos ante un animal totalmente vivo, repleto de detalles, con unas animaciones espectaculares y unos gestos que denotan el excelente trabajo que se ha realizado tras de sí, con gestos, movimientos y reacciones totalmente reales a las que cualquier gato pueda tener, lo que nos convence en todo momento de que si estamos en la piel de un auténtico felino, ya que sus movimientos, sus gestos, o su manera de actuar es totalmente idéntica a estos animales.
Si a esto le añadimos que los escenarios por los que nos movemos son imponentes, tanto en lo gráfico como en lo sonoro, nos encontramos ante una aventura que visualmente entra por todos y cada uno de los sentidos y que logra meternos de lleno en una historia repleta de detalles, con un cuidado enfermizo por los escenarios y con un trabajo de iluminación digno de un juego triple A.
Otro de los puntos a tener en cuenta son las físicas, aunque limitadas en muchos escenarios, debido a lo que os comentamos de que el juego a veces nos lleva excesivamente de la mano, si es cierto que en los puzles y en algunos momentos de la aventura estas son increíblemente reales, sobre todo cuando hablamos de lo primero.
Volviendo a los puzles, hay que aplaudir el gran trabajo realizado en estos, puesto que se han adaptado de manera a que sean reales al protagonista, es decir, consecuencias que un ser como un gato puede realizar sin que nos parezcan algo descabellados, de manera que este apartado se adapta de manera muy sobresaliente a lo que se espera de su protagonista.
También hay que tener en cuenta todo lo que nos rodea, si ya de por si, los escenarios son imponentes, sus habitantes y la manera de interactuar con nosotros logran que la videa que aún reside en esas herméticas calles es increíblemente creíble, todo en conjunto logra un apartado audiovisual impecable, de lo mejor que se ha visto en un juego de esta índole, y algo que se resuelve de manera sublime.
Conclusiones
Stray es una aventura notable, con un acabado audiovisual sublime y que logra la excelencia tanto por su apartado visual, como por el tratamiento de la iluminación y sobre todo el trabajo realizado en su protagonista, y es que nuestro gato es sin duda una verdadera obra maestra hecha realidad en un mundo posapocaliptico repleto de detalles hasta la saciedad.
No obstante, no todo es perfecto y hay cosas que podrían haberse mejorado, comenzando por los escenarios que en ocasiones son excesivamente lineales y nos obligan a realizar numerosos movimientos de manera obligatoria, eliminando en muchos momentos la independencia que estos seres tienen, y es que si somos un gato, lo somos a todas, todas.
No obstante, en líneas generales la historia se desarrolla de manera coherente, se ha clariicado notablemente y se ha sabido encajar con una maestría sublime gracias a B-12 y su manera de interactuar con otros personajes.
En resumidas cuentas, Stray es una aventura bonita, con escenarios bellos, un dúo protagonista que se deja querer desde el primer momento y una ambientación que le sienta como anillo al dedo, todo esto sumando a algunos momentos notables como puzles o algunos escenarios hacen que el juego sea un mas que recomendado título para los amantes del género de puzles y plataformas.
Historia - 75%
Jugabilidad - 70%
Gráficos - 95%
Sonido - 80%
80%
Gráficamente bello, con unas animaciones imponentes y una ambientación extremadamente cuidada, Stray es un título de plataformas aconsejado para los amantes del género, una aventura que a pesar de sus limitaciones en lo jugable logra meternos de lleno en la piel de su protagonista y hacernos disfrutar de un hermoso entorno a la vez que nos sentimos como un auténtico felino.
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