
En determinadas ocasiones en la industria del videojuego podemos comprobar cómo algunos jóvenes desarrolladores se aventuran con un tema de candente actualidad que no dejará a nadie indiferente. Este es sin duda el caso de Massira: Whispers From the Desert, el videojuego que traemos hoy a colación y con el que los chicos de Frost Monkey nos invitan a poner nuestra atención en una crisis humanitaria que a día de hoy continúa ofreciéndonos algunas de las noticias más desgarradoras que podamos imaginar.
Sin embargo, el estudio español ha deseado dejar de lado la parte más “cinematográfica” de la Guerra civil siria para exponer su cara menos visible y más injusta. Para ello han puesto el foco en la visión de la joven Numi, uno de los 5 millones de habitantes que se han visto obligados a abandonar su país de origen que está siendo devastado por la guerra.
La obra que ha publicado recientemente Frost Monkey no solamente le ha permitido acogerse por méritos propios al apoyo del programa PlayStation Talents, sino que también ha conseguido que el estudio español reciba el premio a “Mejor Arte” durante el desarrollo de la cuarta edición de los Premios PlayStation.
Por nuestra parte ya hemos podido disfrutar de largas sesiones con el título que expondremos a continuación, tratando de esclarecer cuáles son sus virtudes y sus defectos de la forma más clara posible.
Un viaje que ya han realizado a su pesar más de cinco millones de personas

La trama que nos narra Massira: Whispers From the Desert nos pone en la piel de la joven Numi quien se dirige despreocupadamente a su colegio en Siria, su hogar. Sin embargo, durante el camino y sin previo aviso Numi se ve sorprendida por un bombardeo y por el inicio de una verdadera batalla campal que la rodea hasta sumergirla en un confuso y desolador entorno al que deja de reconocer en tan solo un momento.
Tras ello, Numi deberá dar marcha atrás y regresar a su casa solamente para encontrarla devastada por la guerra. Como único pilar sobre el que apoyar su aún joven universo, Numi se reúne allí con su abuela Yara, a la que se une para emprender un largo y arduo viaje hacia Europa dejando atrás la guerra con el único objetivo de encontrar la paz, a pesar de que ello también implique ponerse en peligro, enfrentarse a problemas como el racismo y abandonar toda su vida tal y como la conocen hasta ese momento.
Como ya hemos señalado anteriormente, esta temática prácticamente obliga a Massira a narrar la historia de una forma pausada y seria, algo que cumple con creces. Sin embargo, en lugar de otorgarle una visión más adulta como ya hicieron en el pasado títulos como por ejemplo This War of Mine (juego de parecida temática al que más tarde también se le añadieron niños acentuando su atmósfera dramática), el que hoy nos ocupa ha elegido un prisma mucho más amable para dar cabida a todo tipo de público. Gracias a ello puede ser disfrutado por jugadores de todas las edades, aunque también implica que su drama ha sido muy edulcorado para el público adulto, mientras que la jugabilidad puede llegar a no ser lo suficientemente llamativa para atrapar a un público infantil que busque una narrativa mucho más despreocupada.
Esto se traduce en conversaciones insuficientemente profundas que solamente nos dan una revisión muy superficial del drama, así como en ofrecernos una visión de la guerra de Siria y del desplazamiento de refugiados demasiado tenue. No en vano, a lo largo del viaje Numi se verá obligada a pasar por distintas etapas reales en las que a menudo se ven envueltos los refugiados de guerra, pero en ninguno de estos episodios hemos visto reflejado ni por asomo toda la magnitud de esta crisis humanitaria.

Esto parece solucionarse levemente llegados a cierto momento de la historia, cuando nos vemos obligados a tomar una difícil decisión. Sin embargo, y aunque este determinado momento se convierta en un verdadero soplo de aire fresco, vuelve una vez más a ser endulzado demasiado, desaprovechando así la oportunidad de hacernos recapacitar en pos de obligarnos a tomar simplemente un camino distinto que no difiere mucho del original.
Un total de 13 episodios diferentes con puzles, secciones de plataformas, pruebas de coordinación y más
La aventura de Massira se encuentra separada por 13 episodios diferentes en los que los jugadores encontrarán una prueba por cada uno de ellos. En estas pruebas encontraremos una gran variedad, desde puzles hasta las más clásicas plataformas pasando por pruebas de habilidad y coordinación e incluso un par de secciones de sigilo (que son las menos satisfactorias de todas ellas).
Esta gran variedad que nos ofrece Massira, unida a su breve duración (pues el título no nos ha durado más de 7 horas), nos ha permitido disfrutar de la aventura sin encontrar en absoluto esa sensación de tedio que tanto conocemos los jugadores. Al otro lado de la balanza encontramos una continuidad no muy cuidada entre los distintos episodios, que se traducirá en que en determinados momentos nos veamos obligados a realizar ciertas tareas absurdas (o sencillamente mal resueltas).

La aparición de elementos “fantásticos” prolonga esta sensación agridulce a lo largo del juego, pues aunque a veces su presencia está más que justificada, e incluso resultan muy útiles a nivel de ambientación, otras se nos han antojado totalmente fuera de lugar y muy forzados para justificar ciertas pruebas o la solución de las mismas.
Como suele suceder en este tipo de videojuegos, las no muy pulidas animaciones descubren la inexperiencia de sus responsables, de igual forma que sucede con la cámara la cual nos ha jugado alguna que otra mala pasada. No obstante, y en contradicción con lo anteriormente descrito hemos de señalar que el título se encuentra optimizado de forma espectacular gracias a lo cual no hemos sido capaces de encontrar ningún problema a nivel jugable.

Un Low Poly muy buen empleado le sirve para mostrarnos este drama de una forma espectacular
Ya hemos aludido anteriormente al premio obtenido por el estudio Frost Monkey al “Mejor Arte” de la cuarta edición de los Premios PlayStation incentivado por la creación de Massira: Whispers From the Desert. No en vano, el título hace gala de un estilo artístico low poly (diseños basados en conjuntos de polígonos) que le otorga una gran personalidad mientras que añade una atmósfera a la experiencia que nos atrapará irremediablemente.
De igual forma, tampoco ha pasado desapercibida la ausencia de cualquier rasgo facial tanto de las protagonistas como del resto de refugiados. Muy acertadamente, esto no impide en absoluto que empaticemos con ellos, mientras que sí nos invita a pensar que los personajes solamente son una representación de las millones de personas que sufren realmente y a diario este drama.
En contraposición encontramos la banda sonora, que tan solo se compone de un puñado de temas que ambientarán la aventura de manera correcta aunque sin alardes y con algún que otro cambio abrupto que nos saca algo de la experiencia. El apartado sonoro cumple con su cometido aunque, de nuevo, sin sobresalir en ningún aspecto.

En conclusión
Massira: Whispers From the Desert es una fantástica experiencia para que los más jóvenes descubran los problemas que otros niños pasan en el mundo sin recurrir a la representación de violencia o al drama de forma excesiva, algo que le pasa factura si el público al que se dirige es uno más exigente en busca de algo más profundo. La aventura se nos ha antojado algo corta de duración y floja en lo que a jugabilidad se refiere. Sin embargo, al no repetir casi en absoluto sus puzles o pruebas nuestra experiencia con el título ha sido verdaderamente placentera sobre todo si tenemos en cuenta el precio reducido al que podemos encontrarlo.
(Este análisis ha sido posible gracias a una copia de prensa facilitada por Sony Interactive Entertainment y ha sido realizado haciendo uso de una PlayStation 4 Pro, plataforma de la que hemos obtenido las imágenes que habéis podido disfrutar a lo largo del mismo).
Historia - 72%
Jugabilidad - 52%
Gráficos - 84%
Sonido - 48%
64%
Massira: Whispers From the Desert es una fantástica experiencia para que los más jóvenes descubran los problemas que otros niños pasan en el mundo sin recurrir a la representación de violencia o al drama de forma excesiva, algo que le pasa factura si el público al que se dirige es uno más exigente en busca de algo más profundo. La aventura se nos ha antojado algo corta de duración y floja en lo que a jugabilidad se refiere. Sin embargo, al no repetir casi en absoluto sus puzles o pruebas nuestra experiencia con el título ha sido verdaderamente placentera sobre todo si tenemos en cuenta el precio reducido al que podemos encontrarlo.
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