La Mascarada ha vuelto y lo hace de una forma bastante elegante. Tanto si eres conocedor del lore de los libros de Rol o de otros juegos de la saga (como Vampire: The Masquerade – Shadows of New York o Vampire: The Masquerade – Bloodlines) como si no, podrás disfrutar de este título deBig Bad Wolf Studio.
El estudio nos trae esta entrega de Vampire: The Masquerade – Swansong de rol, el misterio, la intriga y una buena historia. Acompáñanos en el análisis.
Se puede sin contexto pero es bueno tenerlo
En esta realidad ficticia basada en el juego de rol Vampire: The Masquerade, los vampiros conviven con los humanos, pero obviamente ocultando su naturaleza en lo que denominan La Mascarada. En el momento en que empezamos el juego, hay un Código Rojo activado y los vampiros están llamados a esconderse, puesto que ha habido una masacre en la que el secreto de los vampiros se ha visto comprometido.
Así, nuestros tres personajes, Emem, Leysha y Galeb acuden ante la Príncipe, Hazel Iversen donde cada uno recibirá una serie de instrucciones. En este punto, es importante entender los entresijos de La Mascarada, porque si no lo hacemos, podemos perdernos. El juego proporciona un glosario en el que podemos aprender un poco sobre ellos, no todos a la vez, pero sí de forma justa cada vez que nos adentramos en la historia.
Aun así, se recomienda una lectura rápida de la historia completa para comprender todo, ya que las dinámicas es por así decirlo como una partida de rol y la historia está tratada de esta manera.
Rol en el que sumergirnos y experimentar
La progresión y desarrollo del juego es espontáneo, en el que se presenta una situación hipotética y el jugador debe elegir qué acción realizar tras analizar diferentes puntos de vista. Esto significa que nuestro objetivo como jugadores no es solo buscar nuevas emociones, sino también sentirnos identificados con el personaje en función de cómo jugamos para ayudarnos a sumergirnos y experimentar.
El desarrollo del juego se concentra en batallas dialécticas donde pondremos a prueba nuestras habilidades de convicción, persuasión o incluso nuestra capacidad para amenazar al otro interviniente. Así iremos descubriendo qué ha pasado y quién es el culpable.
Vampire: The Masquerade – Swansong ofrece una experiencia totalmente rolera con muchísima libertad de decisión a la hora de encarar todas y cada una de las situaciones o misiones que se nos van planteando, conociendo nuevos personajes, teniendo un buen puñado de opciones diferentes para conversar con ellos y también de enfocar cómo o cuándo hacer ciertas tareas.
Para todos aquellos que lleguen a este título sin saber o haber sentido como jugar una partida de rol, el juego se los puede asemejar a Heavy Rain o LA Noire en cuanto al movimiento del personaje o la interacción Mass Effect.
Como no, profundidad
Como no podía ser de otra manera, porque es un juego de rol, y en mi opinión, de la vieja escuela, tenemos un árbol de habilidades bastante complejo.
En primer lugar, cada personaje tendrá una personalidad y la decidiremos cuándo empecemos a trabajar con él. Basándonos en esto, tendremos algunas habilidades más desarrolladas que el resto de habilidades básicas, y nuestras tareas serán más o menos sencillas.
Luego de esto, visitamos el árbol de habilidades y encontramos que las tres ramas principales (física, mental y social) se subdividen a su vez. También tenemos disciplinas que deben ser mejoradas y son únicas para cada vampiro.
Esto quizá saque un poco del contexto de los personajes que parecen personajes expertos y curtidos, ya que la mejora de los personajes será lenta. Obtenemos puntos según completemos misiones y no siempre lo haremos de la manera correcta, por lo que es posible que terminemos con una ganancia de 0 puntos de experiencia.
Los buenos y malos dobles A
No faltan los videojuegos que se notan que necesitan grandes presupuestos, mientras que las superproducciones van sobrados. Los juegos del área gris (doble A), como Hellblade, en la que el juego no puede entrar en una gran producción ni en una etapa independiente, son los que más echamos en falta ahora mismo.
El proyecto Vampire: The Masquerade – Swansong con un videojuego con mucho carácter artístico (con subtítulos en español) capaz de distinguirse de otros juegos similares, pero que no esconde sus carencias, empezando por unos personajes que caen en el valle inquietante, y terminando por una carga tardía en objetos y texturas.
Dentro de la versión de PS4 hemos sufrido bastantes crasheos, pero no nos quedamos con eso, sino que nos quedamos con su mayor atractivo que es la rejugabilidad debido a las diferentes opciones que tenemos y el peso de nuestras decisiones en cada una de nuestras partidas. Tanto es así que es imposible conseguir todo lo que queremos en una primera partida, la cual puede llevarnos en torno a las 15-20 horas.
Para finalizar dar un buen reporte sobre su banda sonora. Vemos en cada uno de los personajes tienen sus propias piezas que representan para cada uno lo siguiente; El sentido de la justicia y el honor de Galeb, la ternura de Leysha por su hija, el deseo de libertad de Emem y su condición de reina de la noche.
Conclusión
Vampire: The Masquerade – Swansong no deja de ser un producto para los fans de esta franquicia, que busca principalmente contentarlos, aunque también permite entrar a los nuevos.
El título tiene buenas ideas en su base, una experiencia totalmente rolera con muchísima libertad de decisión a la hora de encarar todas y cada una de las situaciones o misiones. Tiene problemas de gráficos y bugeos pero nos debemos quedar con lo bueno.
Un juego de la llamada «clase media» que desde LivingPlaystation recomendamos.
Historia - 72%
Jugabilidad - 81%
Gráficos - 63%
Sonido - 70%
72%
Toma el papel de 3 vampiros, tejido entre sus historias entrelazadas, desentraña misterios y toma decisiones que definirán el futuro de la ciudad de Boston. Vampire: The Masquerade - Swansong es un RPG a cargo de Big Bad Wolf y Nacon para PlayStation 4 y PlayStation 5.
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