No podemos salir más contentos de esta nueva toma de contacto con el juego.
Admitimos que la última vez que pudimos probar Resident Evil 2 Remake de primera mano nos supo a poco. Una corta demostración jugable con Claire que nos llevó a vivir uno de los enfrentamientos más míticos del juego original. No es de extrañar que estuviésemos expectantes cuándo desde Koch Media se nos volvió a llamar para darle otro repaso al juego. Con más motivo al saber que íbamos a jugar por primera vez con Leon, así como una demostración extendida de Claire, con las novedades anunciadas en el Tokyo Game Show y en las semanas anteriores.
Dado que parte de la demostración de Claire incluía contenido que ya habíamos jugado, os remitimos a las primeras impresiones que publicamos hace un tiempo, dónde desgranamos con más detalle esa porción del juego. La novedad en este sentido residía en poder explorar un poco de aquellos lúgubres sótanos con los que contaba la comisaría de policía de Raccoon City.
Un piso inferior que ha ganado en tamaño, sin perder en tenebrosidad. Esto es algo de lo que nos hemos percatado en todas las diferentes partes de la demostración. Los escenarios son los mismos, pero algunas zonas han sido remodeladas, y han ganado en tamaño, en una sensación de amplitud comparados con los escenarios del Resident Evil 2 de hace 20 años.
Ya fuese con Claire por el sótano, o por los corredores y salas de los pisos superiores de la comisaría con Leon, la nueva perspectiva de la cámara y la tecnología moderna han dotado al mítico edificio de una majestuosidad que no tenía en sus orígenes. Los leves camios en la distribución del mapa han sido para mejor. Resident Evil 2 Remake ha ganado en realismo, y no sólo por sus gráficos punteros, sino también porque se ha buscado que el conjunto del juego transmita una verosimilitud que no tenía el original, que seguía una lógica de videojuego.
Esto es, que en el pasado, el diseño del mapa y su aspecto estaban enfocados a ofrecer una experiencia survival horror sin prestar mucha atención a si la colocación de una sala en determinado lugar tenía un sentido lógico en el mundo real o no. No hay que temer, sin embargo, que estas nuevas decisiones de diseño vayan en detrimento del espíritu del juego original. En todo caso, lo mejoran, y lo adecuan a los tiempos actuales.
De hecho, muchos de esto nuevos elementos van a ser una grata sorpresa para aquellos de vosotros que tengáis en gran estima al primer Resident Evil 2, como es nuestro caso. ¿Recordáis aquellas malditas ventanas tapiadas por las que se colaban las manos de los zombis, haciéndonos botar en la silla? Se les ha dado una vuelta de tuerca. Ahora hay ventanas desprotegidas, que podremos tapiar con maderas y clavos para evitar tener que lidiar con más muertos vivientes. Por supuesto primero hay que encontrar esos recursos, y como cualquier item en un survivial horror de la vieja escuela, ni son abundantes, ni los tendremos siempre a mano.
Este es tan solo un ejemplo de los muchos toques que hacen de Resident Evil 2 Remake una experiencia también novedosa para los veteranos. Poco importa lo mucho que nos hayamos memorizado el juego de 1998, es común que un pasillo por el que no teníamos inconveniente a la hora de pasar, ahora esté bloqueado, y tengamos que buscar una ruta alternativa. A lo mejor ese rompecabezas del que nunca se nos olvidará la solución es ahora un poco diferente, o hay un acertijo completamente nuevo en una vieja sala conocida dónde antiguamente no había nada, etcétera.
Jugar a Resident Evil 2 Remake es muy satisfactorio y divertido. Es, en todo momento, y pese a la tecnología moderna que lo acompaña y que lo convierte en un portento gráfico, un survival horror como los que no se hacían desde los tiempos de PlayStation 2. Tal vez como habría evolucionado la franquicia de no haber apostado por un enfoque centrado más en la acción con Resident Evil 4.
Y eso, sin ninguna duda, se hace palpable en los momentos de mayor tensión, los enfrentamientos con los monstruos. La estrella indiscutible son los zombis, que lucen más pútridos que nunca, y son más amenazadores que antaño. Atrás quedaron los tiempos de carga entre salas, por lo que ahora no tienen problemas para atravesar puertas y seguir su incansable, aunque lenta, persecución de Leon y Claire. Además, gustan de hacerse los muertos, y no podremos fiarnos de ningún cadáver que yazca en una sala. Puesto que es primordial conservar munición, el cuchillo se vuelve de gran ayuda a la hora de discernir si están muertos o no.
Un cuchillo que por primera vez en la saga, se desgasta con el uso. No temáis, siempre podremos encontrar otro si se rompe. No obstante, pese a su poco poder de ataque, es bastante gratificante de utilizar. Si las balas causan daños visibles a los muertos vivientes, visibles en toda su sangrienta gloria gracias al RE Engine, los cuchillos pueden llegar a cercenar miembros. Es una pasada cortar el brazo de un zombi, y ver como se derrama sangre casi coagulada de la herida.
La otra terrible amenaza con la que tuvimos que vernoslas, fueron los Licker, característicos enemigos de Resident Evil 2 que han poblado las pesadillas de muchos jugadores durante años, y que siempre han sido de nuestros favoritos. Son ahora terribles, capaces de acabar con nuestra vida en apenas tres golpes, y difíciles de acertar con su costumbre de moverse rápidamente por paredes, techos y suelos. Es por ello un placer lanzarles granadas ácidas y ver como su piel se quema y chillan de dolor y agonía.
En total, fue una hora de juego que se pasó volando, y en la que estuvimos totalmente inmersos en el juego. Ya seas nuevo o veterano, Resident Evil 2 Remake, salvo catástrofe, va a ser uno de los lanzamientos más importantes de 2019. Un manjar de cerebros y carne humana para el que todavía tenemos que esperar hasta el 25 de enero, y que podremos degustar en nuestra PlayStation 4, así como en otras plataformas. A la espera de darnos un gran banquete, nosotros seguimos saboreando este exquisito bocado.
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